La multa de 15.000 euros que el
Ayuntamiento de Teguise impuso a la persona que se hizo responsable de
la organización de una carrera de carácter lúdico e informal el día 31
de diciembre de 2015 en La Graciosa ha creado polémica al entenderse una exageración.
Ignacio Laynez,
cardiólogo del Hospital Clínico de Tenerife, propietario de una vivienda
en Caleta del Sebo y quién ideo hace ocho años esa carrera de carácter
lúdico, sin ningún tipo de beneficio personal, tendrá que acudir al
contencioso administrativo (a la Justicia ordinaria) al serle rechazado
todos los recursos en la vía administrativa ante el propio ayuntamiento
de Teguise.
El ayuntamiento de Teguise
entiende que se cometió una falta muy grave a la Ley de Actividades
Clasificadas y Espéctaculos al no pedirse los permisos correspondientes y celebrarse el recorrido por una zona protegida.
La carrera, de unas 80 personas salió a
las 12 horas del mediodía desde el pueblo de Caleta del Sebo a la
llamada playa de Los Conejos, con escasamente dos kilómetros de distancia sin que se ocasionara ningún tipo de daño al territorio, ni mucho menos, según Ignacio Laynez. Fue un
guardia de Parques Nacionales quién al observar “in situ” el desarrollo
de la San Silvestre graciosera presentó una denuncia en el Cabildo de
Lanzarote.
La primera institución insular la
traspasó al Ayuntamiento de Teguise y a la Apmun, al entender que
afectaba a la Ley de Actividades Clasificadas de competencia municipal,
para que pusiera la correspondiente sanción administrativa o archivara
la misma.
Ahora se ha conocido esa importante multa de 15.000 euros, que será recurrida en los tribunales ordinarios
por considerarse un exceso de castigo por una carrera que realmente no
ocasionó ningún tipo de daño y que no tenía carácter oficial, sino
lúdico-familiar. El cardiólogo multado posee una casa en La Graciosa
desde hace 16 años y es un amante de la llamada octava isla y un
defensor del medio ambiente.